Es el primitivo Titular de la Hermandad y la Imagen que, a lo largo de la historia de la misma, ha desfilado por la Semana Santa de Osuna, hasta que en el año 1.965, debido a su deterioro, fue entregado para su custodia en el Convento de las Madres Carmelitas de la localidad y allí permaneció hasta el año 1.998, siendo Hermano Mayor de la Cofradía D. Rafael Pradas Martín, la Hermandad decidió su restauración y fue trasladado a los talleres de D. Juan Luis Coto Cobo de Sevilla.

Complejo fue el proceso de restauración, debido al estado tan lamentable en el que se encontraba, pues, dado el material del que está hecha la Imagen, el paso del tiempo, las humedades sufridas, las estaciones de penitencia que ha realizado a través de los siglos, algunas de ellas con lluvia, etc., junto con la manipulación por manos no expertas, hicieron creer a todo el mundo que era irrecuperable, lo que motivó que en 10 de junio de 1.964 la Junta de Gobierno de aquel entonces decidiera sustituirla: ” 2. Tras un cambio de impresiones referentes a la necesidad perentoria de una reparación inmediata de la Imagen, la cual por su construcción y el estrago causado por el tiempo, se hacia imposible su restauración…”, Restauración, que finalizada en el año 2.000, nos ha permitido ver, al poderse recuperar su policromía original, una Imagen desconocida, para todos, de un Cristo todo ensangrentado.