La Iglesia Convento donde nos encontramos está habitada por la Orden Carmelita desde el 1606, convento donado por Don Juan Téllez Girón. La construcción de esta iglesia se debió iniciar a principios del XVI, ya que en su inacabada cabecera se hallan elementos góticos y renacentistas. Posteriormente, en el siglo XVIII, se reforman las naves y la portada.

El interior del templo presenta tres naves sobre pilares y cubierta con bóveda de cañón y en el presbiterio se sitúa uno de los retablos más importantes del Renacimiento sevillano. Data en torno a 1588-1590 y está compuesto de tres cuerpos, tres calles y cuatro intercolumnios.

Las labores de arquitectura y tallas se atribuyen a Juan de Oviedo el Viejo y Diego de Velasco, destacando poderosamente el relieve del Noli me Tangere. Posteriormente se realizó el añadido del camarín, que es donde se encuentra Ntra. Sra. y Madre del Carmen.

El coro de la iglesia conserva una interesante sillería procedente del convento de carmelitas calzados de Écija que puede fecharse a fines del siglo XVII. Tiene un total de 22 asientos, en cuyos respaldos aparecen representaciones pictóricas de santos carmelitas identificables por los rótulos que figuran en ellos.